Albuquerque es el escenario tanto de Breaking Bad como de su precuela, Better Call Saul. Apenas ver un capítulo basta comprobar que esta ciudad de Nuevo México no está en su mejor momento, teniendo altos índices de criminalidad y de consumo de drogas que, en la televisión, agravan Walter White (Bryan Cranston) y Jesse Pinkman (Aaron Paul). En un caso similar al de Baltimore con The Wire, hay quien pensaría que Vince Gilligan y Peter Gould (creadores de ambas series) le han hecho flaco favor al colocarla como marco de la trama, pero no es así del todo. De hecho, el gobierno de Albuquerque parece satisfecho de que su ciudad sea el telón de fondo para un drama criminal tan aclamado.
Solo así se entiende que Tim Keller, alcalde de Albuquerque, haya decidido colocar dos estatuas de Walt y Jesse en el Centro de Convenciones de la ciudad, dentro de un acto al que han asistido Cranston, Paul, Gilligan y Gould en compañía de Dean Norris (Hank Schrader) y los intérpretes de Better Call Saul Rhea Seehorn, Michael Mando y Patrick Fabian. Las esculturas están hechas de bronce y son obra de Trevor Glove, financiadas por Sony Pictures y el propio Gilligan. Ambas muestran a Walt y Jesse en su visión más célebre: el personaje de Paul con chaqueta y pelo corto, y el de Cranston con perilla, cabeza rapada y sombrero en la mano. Dos imágenes, en fin, icónicas.
Durante el acto, Gilligan se ha mostrado consciente de lo problemático que puede ser celebrar el legado de Breaking Bad de esta forma. “Con toda seriedad, no hay duda de que algunas personas van a decir ‘vaya, justo lo que nuestra ciudad necesitaba’. Y lo entiendo. Pero veo a dos de los mejores actores que nunca ha producido EE.UU. Los veo como dos figuras trágicas más grandes que la vida, historias con moraleja”. Keller, por su parte, se ha mostrado más pragmático: “Aunque las historias sean ficticias… los empleos son reales cada día. La ciudad es un personaje y nos vemos de muchas maneras, buenas y malas”.
At the unveiling of the #BreakingBad statues in Albuquerque pic.twitter.com/IbNUrAhEff
— Dean Norris (@deanjnorris) July 30, 2022
El alcalde se refiere a la cantidad de empleo que han generado las series de AMC en la ciudad, ayudando a impulsar la producción audiovisual en Nuevo México, y poniendo al corriente al mundo de los problemas que se viven en las calles de Albuquerque. En todo Nuevo México se produjeron 43.000 muertes en las últimas tres décadas relacionadas con el alcohol y las drogas, mientras que Albuquerque ha experimentado una terrible oleada de homicidios. Tanto Breaking Bad como Better Call Saul alertarían contra esa criminalidad, aunque su rol parece haber sido especialmente estimular el trabajo en la zona.
De hecho, Nuevo México es también el escenario de una serie tan exitosa como Stranger Things, y hay quien podría responsabilizar de eso a la conocidísima serie de Vince Gilligan. Sus protagonistas, en versión escultural, descansarán a partir de ahora en el centro de convenciones, a cubierto y “sin peligro de que las palomas se caguen en nuestras cabezas”, como ha bromeado Cranston (quien, junto a Paul, aparecerá de forma inminente en la última temporada de Better Call Saul). Por supuesto, este acto no ha estado exento de críticas.
The positive impact that the cast and crew of @BreakingBad have had on our economy and film industry can’t be minimized. The franchise has had over $385 million in economic impact, helped elevate local businesses, and employed over 200 locals per episode. pic.twitter.com/HvxYeViiW2
— Mayor Tim Keller (@MayorKeller) July 29, 2022