Limp Bizkit ha puesto los reflectores en su batalla legal contra Universal Music Group (UMG), exigiendo 200 millones de dólares en regalías no pagadas. Pero la demanda no es solo sobre dinero: la icónica banda de nu-metal liderada por Fred Durst también busca anular su contrato discográfico y recuperar los derechos de autor de su música, lo que podría marcar un antes y un después en la relación entre artistas y grandes discográficas.
El martes 8 de octubre de 2024, Durst y su banda presentaron una demanda acusando a UMG de haber retenido injustamente los pagos de regalías durante años. Según la demanda, Limp Bizkit, junto con «posiblemente cientos de otros artistas», habría sido víctima de un sistema “fraudulento” diseñado por la discográfica para maximizar sus propios beneficios a costa de los músicos. A pesar de haber vendido millones de álbumes y recibir miles de reproducciones mensuales en plataformas como Spotify, la banda asegura que no vio ni un solo centavo en concepto de regalías hasta agosto de este año.
Durst no se contuvo al hacer pública la situación: “Nos dijeron durante años que no era necesario proporcionar un estado de cuentas de regalías. Siempre nos decían que todo estaba en orden”. Pero al parecer, no era así. Los abogados de la banda descubrieron que las cuentas de Limp Bizkit contenían más de un millón de dólares que UMG no les notificó. Esta revelación fue solo la punta del iceberg.
La demanda también acusa a UMG de ocultar intencionadamente las verdaderas cifras de ventas de la banda entre 1997 y 2004, los años dorados de Limp Bizkit. Durante ese periodo, la banda lanzó algunos de sus álbumes más icónicos como Significant Other y Chocolate Starfish and the Hot Dog Flavored Water, los cuales generaron ventas millonarias en todo el mundo. Sin embargo, la banda alega que sus ganancias fueron misteriosamente reducidas, incluidas deducciones inexplicables de hasta $199,676.
UMG se defiende argumentando que la banda recibió más de 43 millones de dólares en anticipos recuperables, lo que justificaría la falta de pagos directos. No obstante, los abogados de la banda afirman que la deuda que UMG tiene con la banda es mucho mayor, superando ampliamente los 200 millones de dólares. La banda ahora no solo busca recuperar el dinero adeudado, sino también terminar su contrato con la discográfica y retomar el control total de sus derechos de autor.
Este conflicto plantea preguntas cruciales sobre el trato que las grandes discográficas dan a los artistas que las han llevado a la cima. Si Limp Bizkit logra anular su contrato y recuperar sus derechos, podría abrir la puerta para que muchos otros músicos sigan el mismo camino. ¿Estamos ante el fin de las discográficas tal y como las conocemos? Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa está clara: Fred Durst y su grupo no se irán sin luchar.