La vocalista de Lulu Van Trapp, Rebecca Baby, fue agredida sexualmente mientras actuaba el sábado 26 de julio en el festival Le Cri de la Goutte, en Ain (Francia). En lugar de abandonar el escenario, decidió continuar el show con el torso desnudo como acto de protesta. El gesto encendió una ola de solidaridad en el público y abrió un debate urgente sobre consentimiento y seguridad de las mujeres en la música en vivo.
Durante la actuación, Rebecca descendió del escenario para cantar entre la multitud. El contacto que debía ser cercano se tornó violento cuando varios hombres la sujetaron e inmovilizaron. “Tengo una mano con el micrófono, la otra atrapada, y otro me toca los pechos”, relató en un mensaje que compartió en Instagram y luego fue eliminado. La banda detuvo la música, pero ella se negó a que la agresión marcara el final de la noche.
Un acto de resistencia en tiempo real
De regreso al escenario y visiblemente afectada, Rebecca tomó una decisión firme: “O paro el concierto y pierdo, o continúo”. Se quitó la camiseta y terminó el show en topless, convirtiendo su cuerpo en un mensaje claro. “Voy a quedarme en topless hasta que sea normal. Hasta que sus mentes se acostumbren a que no es algo sexual”, declaró.
La reacción fue inmediata. El público gritó, las primeras filas se llenaron de mujeres y varias se sumaron al gesto, quitándose la ropa en apoyo. “Tres mujeres más se desnudaron conmigo. Ahí estábamos, en medio del Jura, haciendo una revolución”, recordó la cantante. El concierto se transformó en un acto colectivo de resistencia.
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— Davide Pinoli (@pino_david63051) July 27, 2025
Tras la presentación, algunos hombres del público se acercaron a pedir disculpas y reflexionaron sobre su papel como espectadores. Rebecca les dedicó un mensaje: “Gracias por cargar, aunque sea una vez, con la duda de si tenían derecho a estar ahí. Para nosotras esa pregunta existe siempre, todos los días”.