InicioReseñasMarc Scibilia conquistó Madrid: una noche para guardar en la memoria

Marc Scibilia conquistó Madrid: una noche para guardar en la memoria

Domingo por la noche en Chamartín, y la antigua Macumba —hoy Wagon— recuperaba ese brillo industrial que le queda tan bien. La sala, con unas mil almas aproximadamente, se llenaba con la calma propia del final de semana, pero con ese leve cosquilleo en el pecho que solo anuncia una cosa: algo grande está por empezar. En esta reseña te contamos todo sin dejar nada a un lado.

A eso de las 20 horas , Royal Hawk apareció con su guitarra abrazada al pecho y un beat constante marcando el paso. Su propuesta, íntima pero muy pulida, se deslizó entre melodías limpias y una expresividad vocal que recuerda que las canciones, cuando nacen de vivencias, encuentran rápido acomodo en quien escucha. Alien, Boyfriend y Change fueron las encargadas de romper el hielo, y lo hicieron con soltura: el público respondió con atención y una ovación final mas que merecida obtuvo al concluir su corto y emotivo set. Para ser el nuevo proyecto de Nolan Sipe, curtido junto a Jonas Brothers, OneRepublic o Benson Boone, la acogida sonó a bautismo madrileño.

Luces fuera: comienza Marc Scibilia

A las 20: 45 horas, la sala quedó a oscuras. Un silencio breve, respetuoso y ceremonial se posó como una seda. Entonces un acorde de guitarra cruzó la oscuridad y, desde un lateral, apareció Marc Scibilia, guitarra en mano, con la seguridad de quien entiende que la noche le pertenece. Abrió con Wildest Dreams, enlazada con Felt Punk, dos golpes certeros que marcaron la temperatura del show desde el minuto uno.

Marc Sicilia Madrid
Foto: Marina Cao @mariinacao

La puesta en escena era minimalista en cantidad, pero contundente en impacto: columnas verticales de luz dibujaban una especie de celda luminosa que encerraba los instrumentos —teclados, un bajo apoyado en un pie fijo de metal, pedaleras, loops y una batería monumental— en un pequeño ecosistema preparado para detonar emociones.

La maquinaria emocional se pone en marcha

Lets go exclamó el estadounidense, ya con la pandereta en la mano y la presentación en vivo hacia hervir la sangre de los presentes. Dejó un bajo sonando en loop, lo mismo con un teclado, sin soltar su guitarra. En ese momento entró Garrett P. Tyler, el baterista que lo acompañaría en gran parte de la velada. Todo se convirtió en una progresión ascendente, una escalada emocional sin medida. Un espectáculo que se puede definir como un camino de sentimientos sin mirar atrás.

Marc Sicilia Madrid
Foto: Marina Cao @mariinacao

Good As Gone y Halfway There, ambas del álbum More to This, demostraron por qué Marc tiene ese don extraño de transformar vivencias personales en pequeñas piezas de poesía sonora. Entre canción y canción, se permitió una anécdota que arrancó risas: su madre, profesora de español, y él, incapaz de hilar una frase en el idioma. Madrid lo abrazó con simpatía.

Durante todo el concierto, el frontman se muestra feliz por estar nuevamente en la ciudad. Cercano, siempre con su guitarra, sin dejar de rasgar las cuerdas, contaba anécdotas de su familia, de su abuelo, etc. Era un reencuentro muy deseado por el musico y eso se evidenciaba.

Marc Sicilia Madrid
Foto: Marina Cao @mariinacao

La sala latía al compás de un público entregado, que aplaudía, coreaba y acompañaba cada gesto. El multiinstrumentista saltaba de teclados a bajo pasando por la armónica, sumando capas a su propio universo sonoro. Desarmaba cualquier barrera emocional del público, que se rendía al karaoke colectivo.

Poder y delicadeza y una presentación para enmarcar

Las columnas de luz cambiaban de tono según el clima del tema, envolviendo cada pieza en un pequeño escenario emocional. Cuando llegó el turno de Clocks de Coldplay y Bitter Sweet Symphony de The Verve, el homenaje se sintió respetuoso y personal. En esta última, con composición atribuida a Richard Ashcroft, Keith Richards y Mick Jagger tras acuerdos legales, Marc jugó a llevarla por un terreno propio, acompañado por un solo de batería que subió la tensión de la sala hasta hacerla explotar en aplausos.

Marc Sicilia Madrid
Foto: Marina Cao @mariinacao

Better Man y Summer Clothes caminaban en un terreno más cálido: canciones que acariciaban sin empalagar, mientras la compenetración entre Scibilia y Tyler alcanzaba momentos de auténtica conexión.

Invitado especial y tramo final único

Uno de los puntos más celebrados llegó con el regreso a escena de Royal Hawk para interpretar juntos Unforgettable y No One Knows. La química entre ambos elevó dos temas que ya funcionan por sí solos, y la ovación fue contundente.

A lo largo de la noche, el setlist repasó distintas etapas del cantante estadounidense: Waiting on You, Torches y Human desplegaron la faceta más emocional de su repertorio, sostenida siempre por una sala que no bajaba ni un ápice de intensidad.

Con More to This parecía llegar el cierre. Las bolas de discoteca, se detenían por primera vez, para reflejar un aplauso prolongado que pedía algo más. Hasta las mismas bolas vi aplaudir, dado lo que se estaba viviendo en la presentación de Marc Scibilia. Y ese algo llegó.

Marc Sicilia Madrid
Foto: Marina Cao @mariinacao

El bis como caricia al alma

Marc Scibilia volvió al escenario y regaló Jericho, cantando mientras se sumergía entre la marea humana. Fue un cierre colosal, íntimo, ceremonial, que dejó a todos con esa mezcla de euforia y calma que dan los conciertos que realmente conectan. El reloj quería parar el tiempo para siempre cuando el último acorde se perdió entre los aplausos y el eco de las voces.

Marc Sicilia Madrid
Foto: Marina Cao @mariinacao

Epílogo como antesala a su pronto regreso

La noche no fue simplemente un concierto. Eso era palpable. Tal como manifestó Marc, que prometió no tardar en regresar a la ciudad. La presentación fue un intercambio honesto entre artista y público, una demostración de entrega técnica, emocional y escénica.

Antes de concluir quiero agradecer a todo el equipo de Last Tour por su profesionalidad y colaboración, en especial a Itxaso y a Jorge, responsable de la sala, por su trabajo.

Marc Sicilia Madrid
Foto: Marina Cao @mariinacao

La Wagon vivió un espectáculo vibrante y cálido, de esos que te acompañan al salir a la calle, cuando el aire frío de Madrid te recuerda que acabas de vivir algo que merece quedarse dentro.

Marc Scibilia pasó por España dejando una huelle eterna.

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Autor

  • Marc Sicilia Madrid

    Redactor, fotógrafo y entrevistador de Arepa Volátil. El riff como capa, la poesía como espada y el rock and roll como sangre bendita. La música, el único escudo.

    Escritor de pluma honesta, siempre atento a las propuestas emergentes, a los artistas que rompen moldes y con devoción suprema a los dioses de la música.

    Rockstar a mi manera.
    Los shows en directo, la sal de la vida.

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