Desde el subsuelo emocional de la ciudad, PARFAVAR emerge como una dupla que reescribe el romanticismo moderno con cajas de ritmos, errores y sintetizadores. En su segundo lanzamiento, Dos Semanas, los músicos Jon Arias y Javier Castellano consolidan la sensibilidad oscura que ya habían trazado con Ciudad Mutante, debut con el que irrumpieron en la escena independiente española.
Una carta que no llegó a destino
Dos Semanas es un tema de pulsión electrónica contenida, una suerte de carta inconclusa escrita desde el borde de una relación fallida. La canción oscila entre el deseo y la renuncia, atrapada en un vaivén de gestos inconclusos y promesas rotas. Bajo la producción de Stefano Mascardi, el track se construye con capas de sintetizadores densos, percusiones frías y una melodía que acaricia el dramatismo sin caer en lo obvio.
La letra parece susurrar al oído desde una habitación vacía: «no hubo lugar para empezar, pero dolió como si hubiera terminado». El dúo convierte la fragilidad en atmósfera y la distancia en ritmo. La composición toma referencias del post-punk contemporáneo y la nostalgia de la electrónica emocional ochentera, actualizando ambos lenguajes con una identidad cruda, íntima y sin adornos.
Del error al latido: el lenguaje PARFAVAR
PARFAVAR es más que un proyecto: es una complicidad sonora que nació de años de tocar sin presión, de explorar sin plan. Sin pistas disparadas ni artificios de estudio, su propuesta se construye desde lo artesanal. Lo que escuchamos es lo que hay: un diálogo directo entre sintetizadores y emociones, entre el instinto y la textura.
Dos Semanas encuentra su potencia precisamente en lo no resuelto. Como si cada sonido habitara un espacio entre el cuerpo y el pensamiento, entre el baile introspectivo y la contemplación nocturna. Es la música de los que no encajan del todo, pero igual insisten en quedarse.
Ya disponible en todas las plataformas digitales, Dos Semanas reafirma que PARFAVAR no pretende sonar perfecto, sino sincero. Y ahí está su poder.