El Power trío mexicano The Warning genera por igual fanáticos y haters; admiración y odio (o “envidia”). Aquí te contamos por qué no debes malgastar tu rencor en ellas.
A principio de abril, el tour 2024 del Power Trío regiomontano The Warning (Monterrey, Nuevo León) llevó a territorio español a las hermanas Villarreal (Daniela, Alejandra y Paulina) y Arepa Volátil estuvo allí para reseñarlo y documentarlo. Una de las personas que siguió con especial interés esa reseña fui yo y, debo confesar, que me sorprendió un poco los extremos que la banda genera, repartidos entre el fanatismo y la animadversión. Ahora bien, ¿por qué…?
Resumiendo la historia de The Warning
Un ingeniero de sonido llamado Luis Villarreal tuvo un estudio y sala de ensayo llamado “Cuarto de Control”; sus hijas se sienten atraídas en 2013 por el arte al cual se dedica su papá y Daniela en la guitarra, Alejandra al bajo y Paulina en batería, se convierten en sus alumnas 24/7 (su primo, Pliego Villarreal, es el bajista de Kinky).
En uno de sus múltiples ensayos graban un cover de Metallica, el archiconocido “Enter Sandman” que los californianos compartieron en sus perfiles oficiales y se viralizó (Kirk Hammet dijo en X “la baterista patea traseros”).
¿Odias a Jesús porque aprendió carpintería de su padre, San José…?
Pues a The Warning las acusan de haberlo tenido fácil por esta circunstancia… Habría que odiarlas de no haber aprovechado estas circunstancias favorables.
¿Odias a The Warning por tener iniciativa…?
¿Odias a The Warning por recibir apoyo de su papá…?
Callando bocas y pateando traseros
Llegaron las invitaciones y las chicas han tocado en todos los festivales de prestigio: Rock al Parque, Vive Latino, Mad Cool, etc. (agotaron la boletería para Barcelona en 48 hrs. y para Madrid en 24 hrs.). Hace poco lograron sold out en el Auditorio Nacional de Ciudad de México y tuvieron que abrir una segunda fecha. Compartieron cartel con Foo Fighters, Guns N’ Roses, Iron Maiden, Judas Priest, Slayer, Pantera, Mötley Crue, Muse… Amigos(as): The Warning es el vivo ejemplo de que hay que trabajar duro y aprovechar las oportunidades que se presentan; se ven bien (es innegable, pero es que suenan mejor de lo que se ven).
Tu odio debería estar focalizado en los productos de manufacturas de la industria y no en este claro ejemplo de una autogestión exitosa. El odio genera tensión muscular, malestares estomacales, cefaleas e hipertensión… Y todo eso ya lo tenía; me lo ha dado la edad. ¡No malgastes tu odio en The Warning!