Creo que una de las cosas más complicadas que le pueden suceder a un artista es la expectativa de superar su trabajo anterior; esta chica, nacida en Londres y con influencias muy prominentes de Radiohead, Portishead y demás, sabe que se puso un listón muy alto en su debut con «Collapsed In Sunbeams» hace un par de años; disco que superó expectativas y se llenó de buena crítica y galardones.
Pero aquí lo importante es que esta chica de tan solo 22 años nos presentó en mayo de este año su segundo disco, titulado «Soft Machine».
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Ella tiene claro, sin pretexto ni vergüenza alguna, y con la convicción de saber hacia dónde se dirige; no hay complejo alguno y se atreve con su entrega a mantener el «mood» y arriesgar con nuevos sonidos potentes y pegadizos. Arlo tiene una gran ventaja, que borra de ella el miedo a atreverse, y es la hermosa voz que tiene.
Arlo Parks nos ofrece 12 canciones para disfrutar
Son 40 minutos divididos en 12 canciones, donde incluso nos da una colaboración con Phoebe Bridgers en el tema «Pegasus».
Con este disco definitivamente rompe su propio paradigma y demuestra una madurez a pesar de recién comenzar a vivir su tercera década de vida.
«Soft Machine» es un disco, a mi parecer, extremo pero equilibrado, que explora desde sonidos muy rock como en el tema «Devotion» (mi favorito, por cierto) y «Dog Rose»; pero no pierde su línea del primer álbum con temas increíbles.
«I’m Sorry» es una de las mejores del disco, con un bajo increíble, y que fácilmente podría haber sido un tema del disco anterior.
Muy destacable es «Weightless», con un coro muy pegadizo que seguramente te va a enganchar, y se convertirá en parte de tu lista de reproducción.
Otra de esas canciones que es receta perfecta para crear un ambiente cercano a la perfección, con matices que te llevan a mover el cuerpo, definitivamente es el tema «Blades».
“Purple Phase” es el tema soundtrack del disco, cinema total de los 80´s; su primera escucha te deja cerrar los ojos y ser tu mismo director de esa peli romántica y de nostalgia.
El futuro de Arlo Parks y Soft Machine
Arlo Parks, no se deja arropar por la crítica, ni se acompleja por el hecho de que el disco no tenga un “Eugene”; básicamente expresa sus momentos y dolores de manera muy agradable. Es un disco que, dentro de unos meses, apuesto, será aún más aceptado.
Es una producción increíble y la recomiendo totalmente, tal vez lo único criticable es que el final me deja con ganas de más.
¡Por favor, escúchenlo!