Es momento de ver acción, pero acción hecha con mucho amor y, sobre todo, inteligencia. No como esa acción sin sentido, absurda y falta de alma que hay en las últimas 8 entregas de «Rápido y Furioso». Nada de eso.
Lo que nos da la franquicia de «John Wick» en esta última entrega es alquimia pura de acción. Y eso se agradece grandemente.
Esta nueva película del asesino retirado John Wick toma, en esta ocasión, un tono internacional. Ya que en su búsqueda de venganza, él viaja por parte del planeta, dejando un considerable número de difuntos en esta misión sin cuartel.
Esta cuarta entrega lleva la acción a un nivel muy, pero muy por encima en comparación con las 3 anteriores. Y aderezada con una magistral fotografía, iluminación y paleta de colores como no se había visto en las anteriores. Haciendo que la experiencia de ver la película sea magnífica.
«John Wick 4» podría dar miedo por su larga duración, casi 3 horas. Pero su narrativa frenética no da chance de notar lo extensa que es. Y todo esto unido a las magníficas coreografías excelentemente bien dirigidas, hasta los disparos, que son a momentos sincronizados con la música que acompaña las secuencias de acción.
Esta entrega tiene un cierre perfecto. Pero este universo no tiene pinta de detenerse por ahora y ya está cocinándose un quinto capítulo. Y hay posibilidades de realizar spin-offs o historias alternas.
Por ahora solo disponga tiempo y ganas de ver esta película de acción sin remordimientos que deja un muy buen sabor en el paladar.
Y pensar que todo empezó por un perrito.
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