El Botánico de Madrid quedó hipnotizado en Downtempo con el Trip Hop de Morcheeba.
Avanza el verano en la capital española, con temperaturas que nos castigan fuerte, pero no impiden que Las Noches del Botánico sigan su curso.
Ya vamos por 7 semanas en un desfile de estilos, géneros, leyendas y noches mágicas.
No nos cansamos de hablar de una producción impecable, qué jornada tras jornada enmarca el festival como uno de los más importantes no solo de España, sino de toda Europa.

NAFTA: El combustible musical argentino que encendió Las Noches del Botánico
Justo a las 20:15 comienza nuestro ritual sonoro con los ganadores del premio Gardel a mejor álbum pop alternativo, Nafta, y es así como el kibutz argento hace presencia en el stage del festival.
Magamo (guitarra y voz), An Espil (voz), Abril Olivera (voz), Simón Grunblatt (teclado), Brian Vainberg (bajo), Tomy Sanchez (batería), Rafael Villazón (cuerdas), Tito Lo Presti (drumpad), Agustín Ruiz Panelo (percusión) y Willy Avender (saxo); nos han dado un momento mágico llevándonos por un viaje en escalas de R&B, Soul y Hip Hop.

En su primer concierto en las Noches del Botánico, Nafta ofreció 21 canciones durante 80 minutos, dejando claro que sus nueve años de trayectoria los han llevado a ganarse el respeto y los aplausos de los presentes en los espacios de la Complutense; temas como Hasta que te vas, Vos No, El tren, A mi lado, Duele, Perderte, Potra y hasta Ándate.

Suenan increíbles, compactos, con voces femeninas que enamoran; yo en lo personal me he llevado una sorpresa maravillosa con esta banda.
Tan bueno fue el show que hasta la temperatura bajó para acompañar la experiencia de manera más placentera.
Morcheeba: El Trip Hop y el Downtempo se adueñan del Botánico de Madrid
Son las 22:20 h, con un Jardín Botánico que cuelga el cartel de Sold Out, una noche madrileña, hermosa y con un clima perfecto, se apagan las luces, y aparece Skye Edwards y compañía, para traer su Escape The Chaos Tour 2025.

Trigger Hippie es el tema escogido para dejarnos levitar con la maravillosa voz de Skye, que nos envuelve desde un inicio en esa particular escala vocal.
Friction y The Sea, ambos temas del discazo Big Calm, nos adentran en la cápsula noventera de Morcheeba; suena increíble y desde ya, la noche solo se encamina a un destino perfecto.
En este momento toma la palabra Ross Godfrey, para agradecer por la presencia de todos y dar formal presentación a un tema que pertenece al disco recién presentado en mayo de este año y que da nombre al tour Escape The Chaos, se deja escuchar Call for Love.

3 décadas de Morcheeba resumidas en una noche inolvidable
Desde 1995, hemos podido disfrutar de ellos, y precisamente la noche está propensa para hacer un recorrido por esos 30 años.
Suenan temas como Otherwise del 2002, y Never and Easy Way de 1996, trip hop en pleno, que levanta bocanadas entre los presentes con sonrisas “evidentes” de un buen viaje.
Skye Edwards aprovecha para saludar y se atreve con un “Hola, ¿qué tal?”, que evidentemente es muy bien recibido por las miles de personas que colmaron el venue.

Suena We live and die, segundo tema de la noche de su más reciente disco; me atrevo a decir que es uno de los sonidos más rock que le he escuchado a estos británicos en toda su carrera.
Part of the process es simplemente hermosa en vivo, ya que es una mezcla de Blues con electrónica, que fue acompañada de palmas a lo largo de su interpretación.
Una noche mágica dentro del festival madrileño
En lo personal considero que en un festival de esta envergadura, las magias, químicas, sentimientos suelen ser muy variopintos; pero me atrevo con propiedad a decir que Morcheeba logró un “plus” muy particular, que hará del sábado 19 de julio una de las fechas destacables de esta edición.
El dueto británico no podía irse sin tocar temas como Rome wasn’t Built in a Day, que es considerado por muchos como la canción más conocida de la banda.
También se escucharon temas como: Blindfold, Blaze Away, Summertime y finalmente para el cierre Bledding Out.
Ante 4000 asistentes en el Jardín Botánico, Morcheeba ofreció 15 canciones en poco menos de 90 minutos, entregando una noche redonda con visuales brutales y un sonido impecable (más que característico de los británicos) que nos permitió recorrer estos 30 años de música.
Ver a Morcheeba nunca aburre, sean las veces que sea, y si tú que lees esta reseña no lo has hecho, pues tienes una tarea pendiente.
No quiero despedir sin dar el agradecimiento a Mario (mánager de Nafta) por la invitación, y haberme permitido disfrutar de una noche para el recuerdo.