Hay personas que piensan que el género bélico está sobresaturado con tantas películas que se han realizado sobre el tema; pero, desde mi óptica, la historia de la humanidad se ha construido con el trasfondo de una guerra tras otra, más para mal que para bien. Y como siempre se ha dicho (y hasta creo que se ha dicho en algún filme), «En una guerra no hay bandos ganadores ni perdedores». Realmente todos pierden. Pierden ciudades que quedan reducidas a escombros; pierden su humanidad; y, entre otras muchas cosas, se pierden vidas. Definitivamente, nada más absurdo que las guerras.
«Sin novedad en el frente» es una de las últimas películas en el género, que nos cuenta una parte de la Primera Guerra Mundial (el conflicto entre Francia y Alemania), pero no desde el típico punto de vista occidental, sino desde la óptica de los alemanes.
El filme comienza con un grupo de jóvenes que sueñan con ir a la guerra a defender los ideales de la época, y donde se remarcará su papel protagónico como héroes de la nación. Basta llegar al campo de batalla para encontrarse con ese monstruo que es la guerra, que va devorando de a poco su humanidad hasta convertirlos en autómatas.
La película nos demuestra, como muchas otras obras del género, los horrores de la guerra y cómo las decisiones que tomaron los que estaban en el poder acabaron con la vida de millones de soldados.
«Sin novedad en el frente» tiene una puesta en escena hermosa y perturbadora al mismo tiempo, con secuencias de combates muy bien logradas y una fotografía sobrecogedora. La dirección por parte de Edward Berger, que atrapa y te lanza directamente al campo de batalla, no se compara con la de los gloriosos primeros minutos de «Rescatando al soldado Ryan» de Spielberg, pero aquí se ve una crueldad y una crudeza que la hacen única. La increíble musicalización te hace sentir como si estuvieras viendo una película de terror, y ello encaja a la perfección, ya que es aterrador todo lo vivido por este grupo de jóvenes.
Cabe señalar que esta historia ya había sido llevada al cine en dos ocasiones, en 1930 y 1979, pero es esta última versión la que más se acerca a la narración del libro de Erich Remarque.
Una película justa y necesaria. Aplaudo estos filmes porque son recordatorio de hechos históricos que no deberían repetirse nunca más y que lamentablemente se siguen repitiendo.
Twitter: edwinmarcano88
Instagram: edmarcano