Fueron unos eternos 16 años de espera para que, el pasado 1.º de noviembre, Robert Smith y su banda finalmente lanzaran su nuevo álbum, «Songs of a Lost World».
Un trabajo que, en lo particular, considero que nos envuelve en la nostalgia y nos levita en la melancolía; se convierte en una bofetada para los que creían que The Cure no podía “tunear” su fórmula y conseguir el visto bueno de la crítica. ¿Y cómo no?, si Mr. Smith sigue cantando como los dioses.
Un disco de pocas canciones, pero con tiempos y producción muy bien llevados, que hacen del LP número 14 de la banda un ejemplo de “calidad y no cantidad”, al regalarnos 50 minutos y gran música.
El reto de la banda, más que por el tiempo sin sacar un disco y por tener claro que el disco del 2008 («4:13 Dream») no fue nada bueno, era poder conectar con los que aman el post-punk ochentero que los llevó a ser íconos musicales.
EL SONIDO OSCURO Y GÓTICO DE THE CURE, PLASMADO EN 8 TEMAS
El primer sencillo, «Alone», fue lanzado unas 5 semanas antes del LP. Es la canción con la que abre el disco, y desde ese momento se generó una incertidumbre por lo enérgico y lo nostálgico; es un viaje de muchos años atrás que nos recuerda «Disintegration» e, inclusive, unos buenos trazos sonoros de «Seventeen Seconds».
«And Nothing Is Forever» tiene un maravilloso intro que, en la primera escucha, podría fácilmente confundirte y llevarte por los caminos de una canción instrumental. Pero Robert Smith no es así; él siempre tiene algo que decir y, casi después de 3 minutos, suelta sus líricas. Es una canción increíble.
«A Fragile Thing» es una canción muy potente, donde destaca ese sonido único del bajo de Simon Gallup, guitarras y teclados hermosos, y que vierten una profunda atmósfera que se ilumina con la maravillosa voz de Smith.
«Warsong» es una canción de rabia. A mi parecer, tiene guitarras que reflejan el reclamo hacia una relación injusta y que genera una guerra desde lo más profundo del amor. El tema es una pausa que nos pide el final de un primer tiempo y que le demos vuelta al vinilo.
«Drone: Nodrone» … ¡¡Brutal esta canción!! De mis favoritas del disco. Inicio épico, sonido oscuro, y creo que es lo más parecido al disco «Disintegration»; el sonido del bajo y la guitarra me llevan hasta finales de los 80’s. Lo dije al inicio, lo digo al final…
¡¡Brutal esta canción!!
UN DISCO IMPREGNADO DE MELANCOLÍA
«I Can Never Say Goodbye» tiene mucha esperanza y deseo en este tema. 100 % identificativa con el amor y los deseos del renacer. Es una canción hermosa que le da una necesaria bajada al acelerador luego de haber escuchado lo más rock del disco en el tema anterior.
«All I Ever Am»… entre las sombras nace un tema que resulta divertido y que me engaña con ciertos sonidos pop, con una batería bastante divertida y con un Robert Smith que canta a tempos de «Friday I’m in Love» de 1992.
La fórmula de comenzar un disco de una manera tan buena se ve superada con un final que lo puede convertir en obra de arte. «Endsong» es, fácilmente y de largo, la mejor canción del disco, y está entre mi top 5 de la historia de esta banda de Crawley, que viene rodando desde hace casi medio siglo.
¡Qué bolas esta canción! Los mejores 10 minutos del disco. Es The Cure en carne viva… radical, sentida, melancólica… sonido que te envuelve en nostalgia. Cierra los ojos y déjate llevar por las guitarras… El final perfecto para demostrar que 16 años de espera valieron la pena.
THE CURE SUPO CUMPLIR Y SUPERAR EXPECTATIVAS
Yo, particularmente, creo que es un disco que complace a los fans, sea cual sea la época en la que se amarraron al color negro y al encanto vocal de Robert Smith.
Es un trabajo correcto, serio, sólido y muy bien hecho, con un sonido maravilloso y que deja muy bien expresado lo bien producido que está.
Indudablemente, creo que desde «Disintegration» (1989) y «Wish» (1992), es lo mejor que
ha hecho la banda. Indudablemente, hay un factor primordial en el éxito de «Songs of a Lost World», y es lo inexplicable, virtuoso-milagroso que resulta el registro y poder vocal de Robert Smith. No es normal lo increíble que sigue cantando.
The Cure nunca se fue…
The Cure tampoco estaba de parranda…
Solo decidieron que 16 años era lo justo para dejarnos un disco maravilloso.
¡Larga vida para The Cure!
9/10