InicioReseñasViva Suecia en el Movistar Arena: una comunión sonora entre la euforia...

Viva Suecia en el Movistar Arena: una comunión sonora entre la euforia y la calma

Madrid, 31 de octubre de 2025. El reloj apenas rozaba las 21 horas cuando las luces del Movistar Arena comenzaron a descender y un rugido colectivo recorrió el recinto. Miles de pañuelos al cuello, emulando el ya icónico look de Rafa Val, se alzaron en el aire mientras una pantalla continua —una suerte de libro sagrado desplegado en el escenario— se iluminaba con las primeras visuales de la noche. En letras mayúsculas, un título tácito flotaba sobre las cabezas de los asistentes: Viva Suecia: poesía sonora épica.
Un comienzo con alma y propósito.

La apertura llegó con Dolor y Gloria, uno de los pilares de Hecho en tiempos de paz, el reciente trabajo del cuarteto murciano. Desde los primeros acordes, la banda demostró que la energía que la acompaña en directo no entiende de medias tintas. Los cañones de humo marcaron el pulso de la canción y el sonido, compacto y contagioso, se adueñó del espacio. El público —miles de voces y miradas encendidas— devolvía cada verso con devoción, convirtiendo el estadio en un coro inmenso. Las camisetas de la selección sueca de fútbol también son mayoría entre los asistentes.

Viva Suecia en Movistar Arena
Foto: 𝐀lberto Castillo @video.acv

Sin pausa, van ejecutando piezas de su rica discografía y sólida trayectoria, transformando la velada en un cuadro que se podría titular Hecho en tiempos de paz, vivido en tiempos de gloria: Rafa Val, Jess Fabric y Alberto Cantúa no cesan ni un instante de moverse a lo largo y ancho de todo el imponente stage. Tocan las manos de los seguidores de la primeras filas, saltan, corren, laten, vibran.

Viva Suecia en Movistar Arena
Foto: 𝐀lberto Castillo @video.acv

Viva Suecia en Movistar Arena de Madrid: el rito que unió a 17.000 almas

Las composiciones del grupo murciano se deslizaban de forma colosal desde las tablas hasta el interior de las más de 17.000 personas que habían agotado todos los tickets. Las almas se sentían acariciadas en la noche y la sangre hervía a una temperatura desconocida por la humanidad. El combo iba iluminando el camino con sus canciones, que eran como faros de fuego eterno que cautivaban a los seguidores que estaban completamente entregados y eufóricos. Todos contribuían a la causa: honrar el legado de Viva Suecia y ser testigos de una jornada inigualable.

El escenario, dividido en tres alturas y rematado por un mini stage frontal, con cuatro escalones y una pequeña pasarela, permitió al cantante, al bajista y al guitarrista acercarse tanto a la primera fila que algunos fans lograron rozarles la mano, tocar las cuerdas, respirar el mismo aire que ellos. Chapó por esta cercanía de Jess, Alberto y Rafa.

Viva Suecia en Movistar Arena
Foto: 𝐀lberto Castillo @video.acv

Escenario monumental y poética visual

El diseño escénico fue, sin duda, otro de los protagonistas. La pantalla panorámica narraba con imágenes la historia emocional del repertorio: paisajes del universo creativo del grupo, destellos urbanos, frases fugaces, se yuxtaponían con los rostros de los protagonistas. Doce músicos en escena, multiplicando por tres la potencia del cuarteto original —Fernando Campillo, Jess Fabric y Alberto Cantúa—, dieron cuerpo a un sonido más expansivo y cinematográfico.

Entre las primeras sorpresas, la colaboración con Carmen Junai en Tú y yo contra los demás. Poco después, Siloé subió al escenario para interpretar Sangre, aportando un contrapunto luminoso y emotivo que encajó a la perfección con el espíritu del nuevo disco.

Durante Sé que lo harías por mí, el público agitó sus pañuelos al ritmo del bajo de Jess Fabric, generando una marea de colores que se movía al compás de la canción. Luego, Melancolía añadió un tono introspectivo: dos voces femeninas invitadas acompañaron desde los coros, mientras Rafa se sentaba al teclado en un momento de recogimiento escénico que contrastaba con la energía eléctrica del resto del set.

Torpedos emocionales y clímax colectivo

El grueso del concierto orbitó en torno a Hecho en tiempos de paz. Canciones como Deja encendida una luz y No hemos aprendido se sintieron ya como clásicos modernos, coreadas palabra a palabra. La conexión entre banda y público trascendía lo físico; había algo casi espiritual en la forma en que cada verso encontraba eco en las gradas.

Justo cuando El mundo apriete pintó un nuevo lienzo sonoro sobre los corazones presentes, seguido de Bien por ti, que levantó de nuevo el ánimo tras un bloque más introspectivo. Con Mala prensa, el set alcanzó su punto de inflexión: luces estroboscópicas, disparos de humo y una lluvia de confetis que quedó suspendida en el aire, como si el tiempo se detuviera un instante para contemplar la escena.

En la penúltima pieza, un pequeño imprevisto: Rafa Val bajó al foso para cantar entre el público y su petaca de sonido se rompió. La banda, impasible, continuó, y el público tomó el relevo, cantando los versos al unísono. Fue un diminuto percance convertido en magia, un recordatorio de que la emoción no necesita perfección.

Viva Suecia en Movistar Arena
Foto: 𝐀lberto Castillo @video.acv

El cierre llegó con El Bien, himno absoluto que sonó como plegaria colectiva. La verdad, que nada es tan importante, recitaba el frontman, mientras los músicos descendían hasta el último escalón del escenario. Al concluir, el público entonó el Cumpleaños feliz para Fernando Campillo, a quien Rafa presentó como la persona más importante de la banda.

Epílogo: la calma después de la tormenta

Cerca de las 23 horas, tras casi dos horas de ceremonia eléctrica, Viva Suecia se despidió con un grito que resumía el espíritu de la noche: Viva Murcia y Viva Suecia. Las luces se encendieron lentamente y el público comenzó a salir, aún tarareando fragmentos, con rostros extasiados y una sensación compartida de haber asistido a algo irrepetible.

El Movistar Arena quedó en silencio, pero en los pasillos y alrededores seguía flotando una frase no pronunciada, invisible pero presente: la música, cuando es sincera, no termina nunca.

Viva Suecia, la leyenda se escribe con tinta sagrada y de Murcia.

Comenta con tu Facebook!

Autor

  • Viva Suecia en Movistar Arena

    Redactor, fotógrafo y entrevistador de Arepa Volátil. El riff como capa, la poesía como espada y el rock and roll como sangre bendita. La música, el único escudo.

    Escritor de pluma honesta, siempre atento a las propuestas emergentes, a los artistas que rompen moldes y con devoción suprema a los dioses de la música.

    Rockstar a mi manera.
    Los shows en directo, la sal de la vida.

300x600

Subidas Recientes

Compra tu hosting ya!
arepavolatilpng 2
Resumen de privacidad

Con su acuerdo, nosotros y nuestros socios usamos cookies o tecnologías similares para almacenar, acceder y procesar datos personales como su visita en este sitio web. Puede retirar su consentimiento en cualquier momento haciendo clic en "Configurar" o en nuestra Política de Cookies en este sitio web.

Nosotros y nuestros socios hacemos el siguiente tratamiento de datos: Almacenar o acceder a información en un dispositivo, Anuncios y contenido personalizados, medición de anuncios y del contenido, información sobre el público y desarrollo de productos, Compartir tus análisis de navegación y grupos de interés con anunciantes y otros intermediarios del mercado publicitario, Datos de localización geográfica precisa e identificación mediante las características de dispositivos