Loveland de Lucifers Beard es una experiencia sonora que juega entre lo luminoso y lo inquietante, envuelta en guitarras de los 70’s, grooves hipnóticos y un calor analógico, con su primer sencillo LoveLand se aseguran de tenerte todo el día coreando «loveland».
El EP propone un recorrido por un lugar ficticio llamado Loveland. A primera vista es un parque alegre, lleno de color, pero debajo en cada tema te encuentras emociones intensas y cierta crítica al lado más frío y corporativo de esa “felicidad empaquetada”.
Entre los seis cortes destaca Loveland, canción que da nombre al proyecto y que captura su esencia: ritmo contagioso, melodías bailables y una vibra que seduce sin mucho esfuerzo. Escucharla es como girar en un carrusel que pasa de la euforia a lo extraño en segundos. El EP se completa con piezas como Space Capsule Adelaide y Desolation, que suman capas de psicodelia, funk y rock crudo, mostrando la versatilidad de Christopher Barnes, el motor detrás de la banda.
El encanto de este trabajo no está solo en lo conceptual. El uso de sonidos analógicos le da un carácter palpable, como si el aire se llenara de polvo de vinilo mientras suenan los riffs. Además el sencillo viene acompañado de un video lyric muy retro, con patines a 4 ruedas, lamparas de lava, filmación de los 70’s total.
Con Loveland, Lucifers Beard nos presenta un EP que invita a perderse y dejarse llevar, aunque el camino no siempre sea seguro ni perfecto. Y quizá ahí está su encanto: en ese desorden tan humano que vibra en cada canción.