Con una sensibilidad cinematográfica que explora el dolor y la redención desde la introspección, Wolfgang Webb presenta Clap, su nuevo single y videoclip extraído de su nuevo álbum The Lost Boy. Ya disponible en plataformas digitales, el tema se lanza acompañado de una pieza visual cargada de simbolismo y un mensaje esperanzador: «Be patient where you sit in the dark. The dawn is coming».
Un viaje de sanación en clave trip-hop
Clap es, posiblemente, la canción más espiritual del proyecto. Con una producción refinada y envolvente, Webb ofrece una suerte de nana contemporánea que habla al yo profundo, al que espera en silencio, al que sigue resistiendo.
La atmósfera está cuidadosamente diseñada: batería electrónica de tempo lento, sintetizadores sutiles, efectos ambientales y un bajo que respira. Todo gira en torno a la voz, que enuncia con calma y ternura: «Just you wait and hold your head up high, just you wait and hold on to the night…»
No se trata de un estribillo pegajoso, sino de un mantra emocional que invita a sostenerse, a aguantar, a tener fe. El videoclip, ambientado en un desierto agrietado y habitado por luciérnagas, funciona como una extensión visual del universo sonoro: vulnerable, etéreo y profundamente humano.
Un equipo creativo que enriquece el mensaje
El sencillo cuenta con la participación del violonchelista Yann Marc, cuyas improvisaciones también aparecen en Phoenix y Roads. La mezcla estuvo a cargo del colaborador de larga data John «Wheels» Hurlbut, quien mezcló la mitad de The Lost Boy y todo The Insomniacs’ Lullaby.
Bruno Ellingham (Massive Attack, New Order, Spiritualized) trabajó en los primeros sencillos del álbum —March y The Ride.
Otros colaboradores del disco incluyen a Mark Gemini Thwaite (Peter Murphy, Gary Numan) y al multiinstrumentista canadiense Derek Downham, ambos aportando profundidad emocional y matices atmosféricos a la obra.
The Lost Boy fue grabado en sesiones entre Francia, Los Ángeles, Reino Unido y Toronto, y saldrá en una edición limitada en vinilo naranja sangre disponible desde wolfgangwebb.com.
The Lost Boy: Un disco que necesitas escuchar
Este nuevo disco no busca respuestas fáciles. Se sumerge en la oscuridad no para dramatizarla, sino para encontrar luz en los detalles. Wolfgang Webb demuestra un control impresionante sobre todos los aspectos de su arte: composición, dirección visual, producción y narrativa.
Es un álbum para escuchas atentas, ideal para momentos de introspección, que se alza como uno de los lanzamientos más sofisticados del año dentro de la música alternativa de autor.
1. march (feat. Esthero)
Tiene una entrada hipnótica que sienta las bases del universo sonoro del disco. La colaboración con Esthero añade una delicadeza vocal que se funde con la producción cinematográfica. El crescendo, discreto pero efectivo, invita a una escucha pausada y envolvente.
2. clap
El corazón espiritual del álbum. Entre susurros y texturas trip-hop, clap ofrece un mensaje de consuelo y resistencia. La repetición de just you wait no solo estructura la canción: actúa como un gesto de compañía emocional.
3. the ride
Aquí disfrutamos una atmosfera de nostalgia futurista. Los sintetizadores ARP vintage evocan a Brian Eno, mientras el tempo contenido crea un espacio para la contemplación. Cada escucha revela nuevas capas bajo su superficie electro minimalista.
4. is it ok to fall?
Breve, íntima, poderosa. Un interludio que se percibe como una pregunta existencial flotando en el aire. Pocas notas, mucho peso.
5. phoenix
La resurrección emocional llega vestida de guitarras graves y producción sombría. Se percibe la lucha interna, pero también la voluntad de avanzar. Es una de las piezas más densas y simbólicas del conjunto.
6. roads
Un momento bisagra en el recorrido. El violonchelo de Yann Marc carga con el duelo y la belleza, en homenaje a un amigo perdido. Es refugio, es pausa, es emoción pura.
7. rough road to climb
Tiene un aire de canción de carretera, con un espíritu más orgánico. Guitarras secas y un tempo medido que acompañan la imagen de un camino difícil pero necesario. No busca dramatizar, solo ser honesto.
8. it all goes away
Pieza breve, casi fantasma, que flota en un ambiente etéreo. Funciona como interludio atmosférico y como recordatorio de la fugacidad.
9. in the end
Este tema es el clímax emocional. Una canción de cierre sin estridencias, pero con peso emocional acumulado. La instrumentación se amplía sin perder la intimidad, como si todo lo anterior confluyera aquí.
10. clap (reprise)
Esta pieza es una relectura instrumental y neoclásica del tema central. El violonchelo toma protagonismo y transforma la canción en epílogo. Cierra el disco como una despedida serena y poética.
Definitivamente The Lost Boy es un álbum que merece escucharse con tiempo y sin distracciones. Ideal para auriculares, para madrugadas de insomnio o para esos momentos donde uno busca algo más que ruido: busca significado.