Ser hijo de algún famoso no te da garantía de que tú también lo llegues a ser o tengas éxito al igual que tu progenitor. En el caso de Zoë Kravitz, tiene a dos: Lenny Kravitz y Lisa Bonet. Zoë, desde luego, canta y es actriz. Pero es en este último ámbito donde ha tenido grandes avances, con filmes como Kimi y The Batman. Pero esta chica no se queda quieta ni un instante y decidió dirigir su primera película, Blink Twice, o como se le conoce en español, Parpadea dos veces si estoy en peligro.
¿Qué veremos?
Zoë Kravitz nos regala un filme que mezcla misterio, thriller y una pequeña dosis de humor negro, lo que le da a Parpadea dos veces si estoy en peligro un ritmo interesante. Mantiene el entusiasmo por seguir viendo la película y saber a dónde va a parar todo ese desenfreno, y, sobre todo, ¿cuál es el verdadero trasfondo de la película?
Parpadea dos veces si estoy en peligro está bien dirigido por la señorita Kravitz. No aburre en ningún momento. Es más, las secuencias que podrían parecer repetitivas terminan teniendo sentido cuando se revela la verdad de todo. Zoë sabe cómo crear atmósferas determinadas en cada secuencia, ya sea de euforia total, desesperanza o terror. Tanto la fotografía como el soundtrack o score tienen un papel protagónico para enmarcar estas atmósferas.
Algo que no tiene desperdicio en este filme es la participación de actores muy dispares. Unos consagrados y otros que ya casi pasaron al olvido entran en escena para crear esta locura de película. La verdad es que la vi sin saber quiénes eran los actores secundarios, y me llevé varias sorpresas.
¿Los millones lo compran todo?
Este filme tiene una dura crítica detrás de todo ese maquillaje y rostros famosos. Nos recuerda que, detrás de los millonarios, a veces hay perversiones que uno jamás podría imaginar. La vanidad está en cada uno de nosotros, y el dinero lo puede comprar casi todo. Definitivamente, a Jeffrey Epstein no le hubiera gustado este filme si aún estuviera vivo.
Twitter: edwinmarcano88
Instagram: edmarcano
