Si sumamos el talento de la banda El Kuelgue, más el trabajo de la agencia de comunicación Charco, junto con las magníficas instalaciones de la sala MON en Madrid y un público entregado que agotó los tickets, obtenemos un concierto con una atmósfera mágica y de un nivel sublime.
Con una intro espectacular comenzaba el primer concierto de los tres que ofrecerá el combo argentino en la capital de la península ibérica. Destacó que en todos han colgado el, tan codiciado, cartel de sold out. Acto seguido disparaban con “Peluquita”, “Sinoca”, “Chiste” y “La fama”.
La gira europea de El Kuelgue visita países como Dinamarca, Alemania, Inglaterra, Irlanda y España. El grupo no para de crecer en convocatoria y sus discos son el mejor respaldo para una propuesta que rompe moldes y que se puede definir como música en estado puro.
El combo, que se encuentra cumpliendo 20 años de trayectoria, comandados por el polifacético y carismático Julián Kartún, demuestra con su directo cómo la versatilidad y el talento se hallan en el ADN de todos los miembros de la banda. La conexión era total con el respetable y en sus rostros se podía ver la felicidad por lo que estaban viviendo.
Proseguían con “Ir derecho”, canción que integra su aclamado último disco de estudio bautizado como Hola Precioso. La sala no cesaba de aplaudir y cantar. El frontman invitó a Esmeralda Escalante, una de las integrantes del dúo AINDA, para que los acompañase en una versión apoteósica de “Carta para no llorar”.
La banda es una garantía de satisfacción asegurada para todos los fans que se acercan a verlos en vivo. Desde mi prisma, me parece que la amplitud de estilos, la buena química entre los músicos y unas letras que son de lo mejor en la escena latinoamericana en estos momentos, forman un cuadro con matices y texturas únicas.
“Olé, olé, olé… Kuelgue, Kuelgue…” cantaban los presentes y la banda interpretaba “Bossa & People”, “Natación”, “Díganselo” y una versión antológica de “Parque Acuático”, con la que Julián Kartún, acompañado solamente por el guitarrista Benjamín López Barrios, hizo emocionar hasta los cimientos del lugar. Durante la misma, el cantante se atrevió a realizar beatbox. Es toda una experiencia disfrutar de este motor sonoro que funciona a la perfección.
Proseguían con “Circunvalación”, “Por ahora” y “En Avenidas” entre otras, para hacer que el karaoke al unísono fuera épico. El público pedía más y más. El Kuelgue se tomó un pequeño descanso para refrescarse. Había escuchado elogios para el show en vivo del grupo, pero verdaderamente, creo que se quedan escasos.
Después de unos minutos regresaban para despedirse con himnos como “Góndola” y “La Curva”, y fui testigo de cómo el aplauso de los fans duró varios minutos después de la conclusión del show.
Lentamente, extasiados y satisfechos por haber sido testigos del concierto de El Kuelgue, los fans, previa parada en el stand de merchandising, se retiraban cantando las canciones del grupo.