Mama Said

Si bien es sabido que los gustos van a diferir, como ayer, mañana y siempre, todo salto generacional incluye disparidad en el lenguaje; pero no solo en modismos, también en forma y códigos de comunicación. Por ejemplo: mi mamá.

Mi mamá nació en la isla de Margarita y, a pesar de haberse mudado a Caracas siendo niña, es oriental: habla rápido y grita. Podría tratarse de un tema de ADN que yo, por ser humanista activo, desconozco, pudiendo haber heredado la forma de comunicarme de mi papá (tampoco es el caso).

Ahora bien, no solo se trata de hablar a gran volumen y velocidad. Contrariamente al resto de los mortales, mi mamá también es capaz de contestar preguntas cuyas únicas respuestas posibles serían «Sí» o «No» con una disertación abundante. A veces creo que «Desarrolle su respuesta» es una frase que le proporcionaría felicidad inmediata.

Lo desconcertante es que lo que acabo de contarte no es una ley. También hay momentos en que te suelta un «Fui donde Matías…» sin más, y comienza el interrogatorio sobre quién es Matías, dónde vive Matías, para qué fue donde Matías, etc. En fin, diga lo que diga (o como lo diga), siempre va a quejarse de que no la escucho.

¿No te pasa también a ti?

Comenta con tu Facebook!

Subidas Recientes

Compra tu hosting ya!