Marvel ha realizado un raro experimento con su serie sobre Moon Knight, un superhéroe poco conocido por las masas pero que tiene mucho potencial.
Posiblemente la serie será más odiada que aceptada y esto se debe al tratamiento que realizan del personaje. En un paseo de seis capítulos nos develan un ser con una patología mental complicada (vaya, qué raro, un superhéroe con problemas mentales o existenciales). Pero creo que justamente allí es que triunfa Moon Knight, en una muy elaborada construcción del protagonista, que conoceremos a cabalidad en esos seis episodios. Y es que pocas series de héroes habían tocado el tema de las enfermedades mentales de una manera tan precisa y con el respeto que merece este tipo de patologías. Quizás este aspecto de la serie falle para muchos que querían adrenalina pura y, en su lugar, consiguen una temporada entera de introducción a Moon Knight.
Particularmente fue lo que amé de la serie. Oscar Isaac se lució creando un perfil completo del Caballero Luna, derrochando el mejor ejercicio histriónico para series de este estilo, el cual llega a su máxima calidad interpretativa en el capítulo 4. Sencillamente un monstruo, ¡CHAPEAU!
Ahora, en cuanto a villanos, Ethan Hawke no me terminó de cuadrar. Y si vamos al plano de los personajes CGI, no me gustaron del todo. En fin, Moon Knight se encuentra en una especie de limbo donde pudo ser un total desastre de no haber estado Oscar Isaac para salvarla.
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