La banda de San Francisco hizo parada en la estación de la capital española para llenarnos de recuerdos, nostalgia y muy buen pop, rock, roots, blues y más, en el marco del festival Noches del Botánico.
Las Noches del Botánico ya son un ritual de bienvenida al verano, y, sumado a un espacio de naturaleza dentro de la ciudad con ese espíritu de la Complutense, lo hacen una cita ineludible año tras año.
El pasado viernes 20 nos fuimos a los espacios de la Universidad Complutense a disfrutar una velada de pop en distintos matices norteamericanos y españoles. Esta reseña del concierto de Carlos Sadness y Train recoge lo mejor de una noche que fusionó pop español e himnos californianos.
El pop español de Carlos Sadness da la bienvenida al atardecer
A las 20:30 h dice presente Carlos Sadness para darle la bienvenida al atardecer y a sus fieles, que durante un poco más de 60 minutos se dedicaron a cantar, saltar y bailar el pop indie bien particular que nos regala este catalán que tiene ya un buen rato en el ruedo.
Un espectáculo preciso, bien llevado y con mucho amor entre el músico y el público, que dieron fruto a génesis de una fiesta.
25 años de música bien llevados en su set, que nos paseó por temas como: Ojitos lindos, Amor papaya, Te quiero un poco, Todo estaba bien y mucho más.
Carlos Sadness nunca decepciona, y yo, particularmente, que lo había visto un par de veces antes, jamás hace que me lleve una mala percepción de él. Es un artista con una muy buena actitud y que tiene una facilidad de lograr sinergia con todos los que disfrutamos de su música.
Preparando el terreno para Train en concierto
Finalizado el show del músico español, hubo oportunidad para dar una vuelta por los espacios del Botánico, y tengo que confesar que este festival es de lo mejor que tiene Madrid. De verdad que provoca venir, es impecable en producción y logística.
Muchos puntos de comida y bebida, un excelente mercadillo, merch oficial de las bandas del día y un punto de ventas de vinilo que me puso a prueba entre mis ansias y mi poder adquisitivo.
Llega el tren expreso a apoderarse de Madrid
Justo a las 22:15 h, el venue se queda a oscuras y se proyecta un vídeo con sonido de un tren a vapor y aparecen en escena el quinteto californiano liderado por Patrick Monahan.
Un inicio muy potente con Calling All Angels, seguido de If It’s Love y Get to Me.
Un ¿How do you feel, Madrid?, de parte de Patrick rompe el hielo y saca las primeras ovaciones para esta banda que tiene más de 30 años rodando en los rieles de la música.
Han pasado solo 10 minutos, y ya el entendimiento es perfecto entre los que llenaron el Botánico y los nacidos en tierras norteamericanas.
Vale destacar el buen sonido de la banda y con lo que disfrutamos de Meet Virginia, para luego recibir la primera sorpresa de la noche cuando interpretan Over the Hills and Far Away, de Led Zeppelin, en la que Patrick invita a su hijo de tan solo 13 años a cantar el tema con la banda.
Train en concierto – nostalgia y entrega total
Una pequeña pausa viene acompañada de regalos para el público, que comienza a recibir franelas de la banda lanzadas desde el stage; para este momento, Patrick se atreve de nuevo con el español, no sin antes advertir:
This is a scary moment because I’m going to try to speak in Spanish.
Luego, entre dientes, confiesa que lo practicó durante dos años para que realmente no saliese tan bien como se esperaba, logrando las risas y aplausos de los que lograron el sold out en una noche mágica.
Temas como Running Back, Save Me, San Francisco, Play That Song y Parachutes le fueron dando más stamina a la noche, demostrando que esta banda se ha ganado el respeto en el mundo musical sin necesidad de llegar a ser un mainstream.
Train nos regala otro cover, haciéndole un guiño a Teddy Swims con su tema Lose Control, el cual es cantado a coros.
Bajamos los decibeles con un momento acústico: Patrick se queda solo en el stage con guitarra en mano e interpreta Marry Me.
Madrid la está pasando muy bien, y la banda solo sabe agradecer la entrega de los presentes en el Jardín Botánico, regalando más música.
50 Ways to Say Goodbye, Bruises y el último sencillo titulado Brokenhearted, que fue presentado el pasado mes de mayo, un tema que es pop con sonidos pronunciados de country.
Madrid quiere aún más y Train nos complace
Ya por descarte, los presentes saben que se vienen los platos fuertes, y en efecto, se viene abajo el Botánico con Hey, Soul Sister —¡vaya que esta banda hizo royalty con esta canción gracias a una compañía de telefonía móvil!
Sigue inmediatamente Drive By y todos en un solo canto y baile con esta canción, que termina acompañada de un extracto de Hey Jude; fue el momento Beatles de la noche.
Los covers también fueron protagonistas esta noche, y The Eagles es honrado con el tema Hotel California, donde vuelve a hacer presencia en tarima el hijo de Patrick para cantar con la banda.
El cierre de la noche, luego de 90 min, fue con el éxito Drops of Jupiter, que nos dejó un eco de coros dirigidos al cielo de Madrid. Fin de un gran concierto, una gran noche cargada de recuerdos, añoranza y muy buen pop desde los 90’s al presente.
Train nos regaló una linda noche de verano, y Madrid, siempre agradecida, les dio a entender que el tren musical puede volver a pasar por Atocha las veces que quiera.
