Al fin llegó el tan esperado Volumen 2 de la cuarta temporada de Stranger Things, y definitivamente no defraudó a nadie. Todos quedaron conformes, ya que los Duffer supieron hilar muy bien esta temporada, dejando en el olvido a las muy flojas segunda y tercera. Pero, además, reinventaron la serie y la.sacaron a flote de manera magistral, gracias a un guión bien escrito y actuaciones de gran impacto.
Esto no habría sido posible sin unos muy bien logrados efectos especiales y un maquillaje que de verdad aterra. Teníamos tiempo sin ver a un villano meter tanto miedo como lo ha hecho Vecna, y la atmósfera lúgubre y tétrica que lo acompaña a todos lados pone la guinda al postre del más puro terror.
La música vuelve a ser protagonista de este volumen. Si con los primeros episodios nos enamoramos de Kate Bush y su «Rolling Up That Hill», la cuál volvió a ganar fama mundial con la serie, ahora le tocó el turno a Metallica y su «Master of Puppets», el cual nos deja un manjar auditivo único que, lejos de ser un relleno, aporta mucho a la trama.
Siempre he dicho que Stranger Things tiene un cast de lujo. No hay un solo actor o actriz que defraude en sus actuaciones. Todos devoran sus personajes, los poseen y les dan vida a la perfección. Eso sí, no podemos negar que la gran revelación y que tiene un gran futuro en el cine es Sadie Sink, quien personifica a Max.
En conjunto está cuarta temporada de Stranger Things nos regaló una de las mejores series del año, que incluso llega a ser épica por la manera como se desarrolló la historia, con múltiples tramas que se sustentan por sí solas, surfeando entre el drama, el humor, la acción y el terror sin perder la brújula. Todo en perfecta sincronización.
Esperemos la quinta y última temporada para ver cómo finaliza este maravilloso viaje.
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