En su segunda y última noche, con entradas completamente agotadas, Beto Cuevas se presentó en el Teatro Ópera de Buenos Aires como parte de su gira latinoamericana Beto Cuevas Acústico. Esta reseña recoge lo ocurrido en un homenaje íntimo al histórico MTV Unplugged que grabó junto a La Ley en 2001. El concierto fue mucho más que un repaso por su trayectoria: fue una celebración compartida entre artista y público, donde la música sirvió de puente entre pasado y presente, dejando claro que el amor entre Beto Cuevas y Argentina sigue tan vivo como siempre.
Desde el inicio con La Mitad, seguido por Día Cero y Vuelvo, el público se embarcó en un viaje sonoro que osciló entre la melancolía y la euforia. Cuevas interpretó clásicos como Aquí, Cielo Market y Fuera de Mí con una sensibilidad renovada que resaltó la esencia acústica del proyecto. La noche también incluyó momentos especiales como Todo Es Perfecto, interpretado junto a Javiera Flores, finalista de La Voz Chile 2016, quien acompañó a Beto en varios pasajes del show con una presencia vocal potente y emotiva.
Momentos destacados del show
El repertorio continuó con el cover de Enjoy The Silence de Depeche Mode, seguido por Háblame y Vuelta por el Universo de Cerati y Melero, como homenaje al cantautor argentino. Más adelante, Beto interpretó en solitario Al Final y luego volvió a escena Javiera Flores para acompañarlo en Mentira, aportando fuerza vocal y emoción en uno de los momentos más intensos de la noche. Javiera también protagonizó un conmovedor cover de Creep de Radiohead, junto al guitarrista Charly Rey, que se ganó una ovación del público.

El cierre del concierto tuvo un broche de oro con la participación de Luz Gaggi, quien se unió a Beto para una emotiva versión de El Duelo. La interpretación sacudió el teatro y marcó la despedida del artista y su banda. Sin embargo, tras unos minutos de ovación, Cuevas regresó al escenario para interpretar Más Allá, cerrando así una noche inolvidable que reafirmó el vínculo entre el artista y su audiencia argentina.

Cuevas expresó que este álbum y esta gira son una forma de reconectar con su público, y en Buenos Aires esa conexión fue total. El público argentino, conocido por su entrega y pasión, respondió a lo largo de la noche con numerosas muestras de afecto que confirmaron el lazo profundo entre el artista y sus fans argentinos. La gira continúa con una fecha en Mendoza y luego a lo largo de Latinoamérica.
Con esta presentación en el Teatro Ópera, Beto Cuevas dejó claro que su música sigue siendo un puente entre generaciones. La emoción que se respiró en la sala confirmó que su conexión con el público argentino está más viva que nunca.
Queda claro que este cierre de gira no fue solo un concierto, sino un encuentro donde la nostalgia y la energía del presente se dieron la mano. Ahora, con nuevas fechas en camino, los seguidores de Beto Cuevas tienen más motivos para seguir atentos a cada paso de este viaje musical.