El 28 de mayo, la Sala Vesta será testigo del primer vuelo solista de Nico Saba, uno de los músicos que más representa el indie latino.
Con casi dos décadas creando música junto a Kanaku y El Tigre, el productor, compositor y vocalista Nico Saba despega con Fotodump, su primer álbum en solitario. Un trabajo que marca un cambio de etapa, y es una expansión creativa. Desde el pop experimental hasta el blues del desierto, el jazz y la new wave, este disco suena a libertad.
El show del próximo 28 de mayo en Madrid: será una celebración. Acompañado de su banda completa, Nico Saba recorrerá en vivo las canciones de Fotodump, pero también rescatará clásicos de su etapa con Kanaku y El Tigre. Habrá invitados especiales, guiños al pasado y sorpresas que apuntan a una noche irrepetible. Las entradas ya están disponibles aquí.
Grabado entre Madrid, Lima y Los Ángeles, Fotodump se apoya en colaboraciones clave como Miki González, Leonor Watling, Banin (de Los Pilotos, ex Los Planetas) y Tshrt. Una constelación de nombres que refuerza la propuesta transfronteriza y estética del disco.
Los sencillos ya disponibles, como Tan Bonita, París París, Julia, Dinero y Amor y Creo que puedo flotar, son piezas que funcionan tanto en solitario como en conjunto, retratando una identidad sonora cohesionada pero inquieta. La narrativa visual de los videoclips amplifica esa visión, en donde cada canción parece formar parte de una película más grande.
Fotodump: una evolución inevitable
Radicado en Madrid desde 2021, Nico Saba ha sido una figura en la música alternativa peruana. Junto a Kanaku y El Tigre, marcó un antes y un después con un sonido híbrido entre el indie, el folk y la electrónica suave, llevando su propuesta a escenarios como Rock al Parque, Estéreo Picnic, Vive Latino, Río Babel o Primavera Sound, y compartiendo cartel con nombres como Aterciopelados, Jorge Drexler, Kevin Johansen y más..
Con Fotodump, Saba condensa toda esa experiencia y la transforma en un disco íntimo pero expansivo. La canción Domingo 8:00 a. m. junto a Leonor Watling de Marlango, o la carga andina mezclada con blues en Tan Bonita, son prueba de que el músico ha entrado en una fase donde todo cabe, siempre que tenga sentido.
Su otro proyecto, Piscis el Cantante, también avanza: un universo transmedia que mezcla música, cine y performance, y que promete seguir revelando nuevas capas de su imaginario artístico.